Doom Eternal no se anda con chiquitas. El argumento es sencillo: los demonios han invadido la Tierra y le corresponde, una vez más, al Doom Slayer (o Doom Guy) salvar a la humanidad.
Esta premisa es la única que se necesita en Doom para avanzar e ir “destrozando y desgarrando” a todo bicho “viviente” que encontremos en nuestro camino.
El desarrollo de los niveles es muy similar a la anterior entrega, Doom 2016: niveles cerrados con arenas de combate que necesitamos completar para avanzar. El camino estará además marcado por “miguitas de pan” de color verde. Parece sencillo, ¿verdad?
Quienes jugasen a Doom 2016, estarán más familiarizados con la fórmula: aquél se describía como una partida de ajedrez; Doom Eternal es una partida de ajedrez tridimensional, al más puro estilo ‘The Big Bang Theory’ gracias al nuevo sistema de movimientos y añadidos al Doom Slayer.
Todo ello aderezado, como no, con zonas secretas, coleccionables y pequeños rompecabezas.
En primer lugar nos centraremos en el arsenal y equipamiento del Slayer.
Muchas de las armas clásicas regresan: escopeta, lanzacohetes, ametralladora gatling, el clásico fusil de plasma… Y otras han sufrido un cambio de aspecto, pero cumplen igual función, y la pistola desaparece del todo.
Como novedades tenemos el lanzagranadas (explosivas y de hielo) y el lanzallamas (escupellamas), así como la “carrera”: rápidos esquivos en todas direcciones.
Estos son los elementos con los que tenemos que ir familiarizándonos en los primeros compases de juego, pues Doom Eternal se basa en 4 claves:
-NUNCA dejar de moverte
-Ejecuciones (Glory Kills) para conseguir salud.
-Motosierra para conseguir munición.
-Escupellamas para conseguir armadura.
Por supuesto nuestro Doom Slayer irá (iremos) consiguiendo mejoras y modificaciones de arma para enfrentarse a demonios cada vez más grandes.
Por un lado tenemos las ya clásicas modificaciones de arma que van desde disparos explosivos o fuego automático para la escopeta, hasta ráfagas de seguimiento en el lanzacohetes.
Por otro, las mejoras de salud, armadura y munición, así como las runas que nos conceden nuevas habilidades y posibilidades de combate como ejecuciones más rápidas, o incluso la posibilidad de salvarnos de una muerte segura durante unos segundos.
La curva de aprendizaje es un tanto inusual, pero cuando lleguemos a dominar las fórmulas, a las que hay que añadir elegir qué arma para qué demonio, el juego se hace más sencillo. Todo lo que un Doom puede ser…
Por lo que respecta a la historia, como antes decíamos, es sencilla. Pero desde id Software han añadido una serie de coleccionables a modo de códice donde vamos a ir desgranando toda la historia pasada a los eventos donde nos encontramos, los personajes que aparecen así como los lugares.
Add a Comment